viernes, 19 de febrero de 2010

El estómago y la digestión gástrica

El estómago de los caballos tiene una capacidad muy reducida, de 15 a 18 litros, y normalmente sólo se llena 2/3 lo que representa 10 litros. Esto justifica la necesidad de fraccionar el alimento a lo largo del día. La masa deglutida diariamente puede llegar a los 70 l que se suman a los hasta 30 l de secreciones gástricas, luego el estómago debe vaciarse entre 6 y 8 veces al día. La digestión enzimática del estómago gracias a los principios activos del jugo gástrico (pepsina y ácido clorhídrico) rebaja el ph del contenido estomacal hasta 5,4 en la región fúndica y hasta 2,6 en la región pilórica. Si la estancia en el estómago lo permite, estas condiciones son capaces de comenzar la hidrólisis de proteínas animales y vegetales. En el plano fermentativo, la rapidez de tránsito junto al bajo pH, limitan el ataque microbiano a una pequeña degradación de los glúcidos fácilmente fermentables, almidones y azúcares solubles dando ácidos grasos volátiles (acético, propinóicao y butírico) así como ácido láctico. Interesa, por lo tanto, incrementar la digestión gástrica de los concentrados. Los alimentos celulósicos no serán atacados por la microflora fermentativa más que a nivel del intestino grueso. Por ello conviene distribuir los piensos y concentrados primero en la ración, seguidos por los forrajes.

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